Todavía de otro planeta


Hace un año, la colección Cuadernos Inacabados publicaba Arte y mujer. Visiones de cambio y desarrollo social. En uno de sus artículos, Julia Salmerón firma Por fin una galaxia propia: las lesbianas y sus blogs:

Mi tesis en este pequeño ensayo es que los blogs se han convertido en un medio fundamental para las lesbianas, y por ende para dar voz a aquellos grupos que, por diversas circunstancias se han visto "silenciados".

Allá por 2004 ó 2005, con diecisiete años, busqué el fragmento de un libro en Internet. Acabé en un blog, donde comenté y cuya autora, meses después, se convirtió en mi primera novia (sí, muy típico). Al mismo tiempo, fui enganchándome a diferentes bitácoras antes de descubrir que todas estaban enlazadas, que las extras de una eran las protagonistas de otra y que la primera había engañado a la segunda con la tercera.

Precisamente fue Primera Novia la que, conociendo mi "ligera" adicción a la bollosfera, me regaló ¿De otro planeta? Miradas cotidianas desde el universo blog, una edición de Nuria Rita Sebastián, la primera antología de blogs publicada en España, que recopilaba artículos de 34 blogs escritos por lesbianas. El libro estaba firmado por las mismas Ricci y el Ave (creo recordar). Sin embargo, no era para mí, así que acabé en la presentación madrileña de la Fnac para entregarle a una de las blogueras el ejemplar traspapelado y en una mesa redonda para recoger otro de manos de la misma editora.

Años después, me tropiezo con la noticia de que el libro se reedita (editado: re-imprime). Con dieciocho años no había escuchado jamás la palabra sororidad, ni había estudiado sobre autodesignaciones identitarias ni era consciente de la importancia de la voz y la palabra. Devoraba esos blogs y disfrutaba del libro a pesar de que sentía que, al fin y al cabo, no era más que una frikada.

Recordaba las entradas como más o menos bonitas, más o menos cercanas, pero siempre un simple alimento para mi curiosidad de bollo recién salida del horno. He releído algunos de los fragmentos y me he sorprendido al encontrar la estructura de una comunidad que por entonces intuía pero a la que no ponía nombre.

Yo prefiero pensar que sí existimos como colectivo, que poco a poco vamos estableciendo lazos, amistades, construyendo familias nuevas (familias no biológicas, porque las biológicas a menudo nos rechazan) y en definitiva nos reconstruimos a nosotras/os mismas/os en el proceso...
(El Ave, p. 5)

No ha pasado mucho tiempo (al menos del cronológico) y vuelvo a recomendar este libro, aunque sea por motivos distintos a aquéllos por los que lo hacía en 2006. Tan sólo lamento no haberle sabido agradecer entonces, aunque fuera por dentro, a Nuria Rita Sebastián la importancia del trabajo que acometió y que, imagino, no fue nada sencillo.

2 reacciones

  1. Hola!

    Recuerdo perfectamente el despiste de "Elenita", que se dejó su ejemplar firmado por Ricci y Ave en la caja de libros para vender en la presentación... ¿Así que eres tú aquella chica a la que tuvimos que convocar para que amablemente nos devolviera el libro? Qué gracia encontrarte por aquí años después.

    A mis 33 años es la primera vez que leo la palabra "sororidad" y jamás he estudiado nada sobre "autodesignaciones identitarias", pero vaya, yo también me sorprendo ahora releyendo el libro con el paso del tiempo y viendo que los textos siguen igual de vigentes y que la estructura del conjunto se sigue manteniendo.

    Gracias por el post, de todas formas, todavía quedan unos meses hasta que se re-imprima (es distinto el concepto re-impresión que re-edición, aunque lo importante es que volverá a estar disponible de aquí a unos meses).

    Y gracias por devolvernos aquel ejemplar en su día, tampoco te lo agradecimos lo suficiente!!

    Nuria
    www.editoraconcarrito.com

  2. ¡Muchas gracias por el comentario, Nuria! Editado queda lo de reimpresión.

    Anoche me acosté tardísimo releyendo el libro y, tienes razón, los textos siguen igual de vigentes ;)

    ¡Un beso!

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